Ayer 14/12/2020 se formó un gran revuelo con la caída temporal de Google. Durante casi una hora, todos los servicios de Google fallaron a nivel global, es decir fallaron el propio buscador Google (el “BUSCADOR”, utilizado por casi el 70% de los internautas, para mucha gente Google es Internet), YouTube, el servicio de correo electrónico Gmail, Google Drive, Google Maps, etc (aquí tenéis una lista más amplia de los servicios de Google), pero no sólo ellos, ya que al fallar, muchas otras aplicaciones que hacían uso de alguno de estos servicios también fallaron, por ejemplo Uber, Netflix y Twitter.
La caída temporal de los servicios de Google llegó a niveles extremos que rozan el absurdo, como comentaban en este artículo de la revista on line XATAKA “Si Google se cae, yo no puedo encender las bombillas inteligentes. No estamos listos para tenerlo todo conectado” y no ha sido este el primer caso, hace pocas semanas (26/11/2020) eran los servicios de Amazon Web Services (AWS) los que fallaban afectando a múltiples servicios, aplicaciones, webs y sistemas de terceros, principalmente en los Estados Unidos. Así, según Zdnet, 1Password, Acorns, Adobe Spark, Autodesk, Coinbase, Glassdoor, Flickr, Pocket, Prime Music, Ring y Roku sufrieron las consecuencias. Incluso iRobot, la conocida marca de aspiradoras inteligentes se vio afectada o los propios timbres inteligentes de Amazon.


Pero en el caso de AWS, la cosa podría haber sido muchísimo más grave. Según datos de Forbes en 2016, AWS es líder mundial en servicios de IaaS y PaaS desde 2006, copando algo más del 31% del mercado, por delante de Microsoft, IBM y el propio Google. Es decir, en 2016 (no he encontrado datos más actualizados) casi 1/3 de “las nubes” del mundo eran de AWS. Como siempre digo, la Nube no existe, es el ordenador de otro.
“La Nube” no existe, es el ordenador de otro.
Afortunadamente, parece que ambos casos se descarta la posibilidad de un ciberataque:
La caída de Google aún es un misterio
AWS desvela los detalles de la caída de una de sus zonas en Estados Unidos la semana pasada
El problema desde un punto de vista Industrial
Si damos nuestros primeros pasos en la analítica de datos en la industria nos encontraremos con términos como Cloud, Edge y Fog. Básicamente hacen referencia a dónde se procesarán nuestros datos:
El Cloud, la popular “nube”, que puede ser un servicio ofrecido por un tercero (como AWS).
El Edge, donde se originan los datos, o muy cerca de este origen.
El Fog “un sitio intermedio”, tal vez en un centro de datos de la propia instalación industrial.
Cada una de estas opciones tiene sus ventajas e inconvenientes (coste, escalabilidad, disponibilidad, privacidad, volumen de datos, consumo de ancho de banda, latencia, gestión propia o interna del hardware/software, etc) y no hay una solución idónea para todas las necesidades, pero los incidentes recogidos más arriba deben hacernos pensar, sobre todo la conveniencia de conectar ciertas cosas a Internet.
El siguiente artículo profundiza en el tema de una manera muy clara.
Layers of Analytics: Edge to Cloud for Better Results de Jonas Berge, Senior Director, Applied Technology en Emerson Automation Solutions que suele compartir contenidos muy interesantes en LinkedIn.
Enlaces relacionados
El hilo del que pende Internet: si Amazon Web Services Falla, te quedas sin estas webs, artículo de ElConfidencial.com
El apagón de Google pone el foco sobre los riesgos de la era del teletrabajo, un artículo de ElPais.com
Downdetector, una plataforma online que proporciona en tiempo real información sobre el estado de varios sitios web.
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